viernes, agosto 08, 2008


El flaquito de campera


Hay cosas que sólo las puede lograr Nacional. Es así. No hay discusión posible, no hay alternativa válida. Pasa en el Club Nacional de Fútbol, o no pasa en ningún lado. Y no es porque los demás no quieran, es porque no pueden. Ninguna institución logra las muestras de adhesión que logra el bolso. El miércoles Nacional jugaba al básquetbol en el Cilindro. Allá fue la gloriosa Banda del Parque. Allá fueron varias familias. Todos a alentar a su enseña. Todos a cantar para empujar al bolso a que vuelva a jugar en la máxima categoría del básquetbol vernáculo. La peregrinación arrancó de la sede de 8 de octubre y llegó al Cilindro. Allí, hinchas de un cuadro del año 1913 disfrazados de efectivos de seguridad, única profesión a la que pueden aspirar, recibieron a la Banda. Empujaron, pecherearon a la gente montados a sus caballos –equinos de dos pisos, dijo mi viejo- y trataron de complicar la entrada hasta último momento, no fuera cosa que Nacional cantara muchas horas más que los demás. En medio de ese desorden, empujones, gritos, palos amenazantes y banderas que se abrían para mostrar que iban limpias, porque el bolso aguanta a mano pelada, un flaquito pasó con la cabeza hundida en los hombros. Jean, campera azul y gorrito con visera. Durante el partido, el tipo alentó, aplaudió, cantó y acompañó el ritmo de los bombos con los pies. En el entretiempo se volvió a mezclar entre la gente. Algunos lo saludaron, otros lo señalaron y no faltó el que se le coló cuando estaba por comprarse una Pepsi y un pancho. Él no se molestó. ¿Por qué iba a hacerlo si él era uno más? El sabía que ahí era tan solo un hincha. Uno más. Era otro de los bolsos que quería que Nacional ganara. Era un militante más de la mayor colectividad del país, la que desde 1899 se agrupa bajo los colores artiguistas, porque sus fundadores entendieron que había que defender el orgullo de ser criollo. La única diferencia que tenía el flaco de camperita y visera era que todos los fines de semana se calza la camiseta tricolor en el pecho y la defiende a morir. El que fue a alentar a la más linda de las casacas era un jugador del plantel de primera división de Nacional. Era Mauricio Victorino.

Alvarito.-


Fuente: Recibimos y publicamos , 08/08/08

viernes, agosto 01, 2008

FUERA PEÑAROL DEL URUGUAY ¡¡¡


Para empezar quiero aclarar, nobleza obliga, que quien escribe fue manya hasta los once años, tal vez alguno más, pero ya hemos pagado por ello y ya, lo mejor, nos hemos arrepentido. El motivo de la presente, señor director, es ni mas ni menos, que la enumeración de ejemplos y/o motivos por los cuales según, claro está, nuestro criterio, que considera el Club Atlético Peñarol nocivo para los intereses de este país a la vez que obstáculo para el desarrollo del futuro del mismo y por ende de todos sus habitantes como por ejemplo usted y yo señor director. No escribimos desde el odio ni desde el rencor, sino, sí, sí, ¿sabe una cosa? Sí, escribimos desde el odio, desde el rencor, y con sed de venganza y de destrucción, porque eso es lo que nos inspira este club que tanto mal le ha hecho a esta patria, y a su cultura, y a sus costumbres. Y cuidado que si hay algún mal pensado puede si prefiere en lugar de Peñarol leer Nacional, que a nosotros tanto no da, y más le digo señor mal pensado puede leer Peñarol y Nacional si usted lo desea. Pero Peñarol es Peñarol, es símbolo, es signo y eso es lo que nos mata y por eso lo atacamos. Peñarol es símbolo del Uruguay que no queremos, del país venido a menos otrora campeón, del acomodo, de la joda (dicho esto con todo respeto señor director) , del garroneo, de la ventajita, del piñe cortito en la nuca, del raspón en los tobillos y por que no, señor director, del tiquiñazo en la oreja. Ha crecido a imagen y semejanza del país que lo engendró, el mismo que ahora debe darle muerte a la bestia, a su bestia. Peñarol ha sido la voz oficial del siglo XX uruguayo, en su forma y en su contenido, ha sido no sólo el caballo del comisario, como reza el lunfardo, si no que también ha sido el mismísimo comisario. ¿De qué otra manera sino se puede explicar ese famoso quinquenio, último logro del club cuya vida aquí pretendemos terminar? Sólo en alguna republiqueta bananera se podría dar semejante aberración disfrazada de gesta deportiva. Cinco años de dictadura futbolera viciados de atropellos e ilegalidades al margen de toda leal competencia. Penales inventados en partidos decisivos, goles en orsay, goles fuera del tiempo reglamentario descuentos incluidos, reglamentos creados en el momento en que se disputaban los torneos y acomodos según los resultados a la vista, finales que debieron ser jugadas en cancha neutral disputadas en el estadio centenario (cancha en la que Peñarol juega todos los fines de semana como local y como visitante salvo muy raras excepciones desde hace varias décadas), (A propósito: ¿Qué club que se jacte de ser grande puede carecer de estadio propio? ¿Cómo se explica que en cien años de gloria no se haya recaudado lo suficiente para construir uno? ¿Porqué hay clubes que no pueden empezar un campeonato por carecer de estadio? Seguramente las respuestas estarán en los estatutos del fútbol asociado, institución de la que Peñarol es parte fundamental). Nada de depende. El quinquenio ha sido obra y gracia del segundo gobierno de Julio María Sanguinetti, socio del club, el mismo club que alberga en sus arcas directivas tanto a un alto dirigente sindical como a un contador mafioso devenido en emperador que traspasará en breve el poder a sus hijos y así sucesivamente. Cualquier hijo de vecino lo sabe, cualquier idiota se da cuenta, tanto como usted, señor director. Peñarol es una logia con personería jurídica. Su victoria ha sido política y aquí nos detendremos. Todo pueblo en base a sus costumbres va moldeando su cultura con el paso de los años, pero esto también es producto de sus decisiones tomadas, a su vez como corolario de intensos conflictos entre diferentes sectores así como sus diversas alianzas estratégicas. El fútbol en este país ha hecho cultura, y ha hecho política. Y triceversa. Por esto es que pedimos al gobierno tomar cartas en el asunto. Por supuesto que no buscamos que se salga a matar a todo el manyaje que ande suelto, eso sería mas bien un suicidio; el hombre de pie no tiene culpa en estos casos, solo es, como nosotros, una inocente víctima que se ha dejado engañar, generación tras generación, por las mieles de vaya a saber uno qué mediática ilusión. Sí, exigimos desde estas líneas que el Uruguay rompa relaciones diplomáticas con Peñarol y lo declare persona no grata. Exigimos también que las nuevas generaciones no lo conozcan mas bien que lo conozcan como cosa no querida, como ejemplo de lo malo. Las maestras deben hablarles mal de peñarol y aquel que ostente la posibilidad de querer ser hincha debe tener notas bajas y hasta repetir el año si es necesario, hablar con sus padres y hacerles entender lo importante que es para el país como para él, escribir en una hoja cien veces “NO DEBO SER DE PEÑAROL”. En el caso de que el niño insista, al INAU derecho viejo. Sin otro particular, Lo saluda a usted atentamente. ¡Por un Uruguay libre de peñarol!!.

REVISTA UNHUEVO

CHENGUE VOLVEEEEEEE ¡¡¡¡



Capitán de mar y guerra
Ultimas Noticias l 30/07/08
Richard Morales habló y comenzó a aclarar un panorama personal que aparecía como muy turbio hace pocos días atrás. El 'Chengue' habló en Sport 890 en la jornada de ayer y dijo su verdad. Posteriormente volvió a silenciar su teléfono móvil. 'Han sido días tristes. Tengo una hija que ya es grande y entiende perfectamente todo lo que se ha estado hablando del padre últimamente. Eso me duele mucho'. 'Lo de la camiseta solamente lo puede entender un jugador de fútbol. Nadie de Nacional me puede recriminar nada por eso. No sé qué dirigente dijo algo pero yo le digo a esa persona que la plata para nuestros sueldos no estaba. Me gustaría que la gente que habló de más sobre este tema, me llame a casa y me dijera las cosas de frente'. 'Con Pelusso nunca hubo diferencias. Siempre hablamos las cosas de frente y en buenos términos. La gente no entiende que acá se respeta a todo el mundo y él es el técnico y yo un jugador más. Soy incapaz de decirle a un técnico lo que tenemos que hacer en la cancha'. 'Una de las tantas mentiras que se dijeron en estos días es que desde Peñarol me llamaron a casa para querer llevarme. Esto lo digo claro... ni aunque a mi hija le falte algo me voy a jugar a Peñarol'. 'Saralegui nos faltó el respeto a todos. Adentro de la cancha te decís de todo con todos, pero en esto hay un código bien claro que es que todo queda dentro de la cancha. ¿Ellos tuvieron más huevos que nosotros? ¿Qué ganaron?. Ganaste dos partidos, nada más. No saliste campeón uruguayo'. 'Si me quedo en el Uruguay tengo bien claro que en el único lugar donde voy a jugar es en Nacional. Mi hija me pregunta todo el tiempo qué voy a hacer y los compañeritos del colegio me mandan cartas diciéndome que vuelva a jugar'.

ALARCON ... CULTURA NACIONAL


Alarcón y la actualidad

El Observador l 01/08/08

Era Gerardo Pelusso el entrenador que quería Ricardo Alarcón para Nacional?

Sin dudas. La continuidad es imprescindible para cumplir de la manera mas eficiente la labor en cualquier ámbito. Lamentablemente no podemos mantener los planteles por un problema económico.


¿Por qué?

Porque si Nacional sale campeón del Mundo y vamos a Nike o Adidas y les decimos, queremos US$ 500 mil por la grifa, nos mandan al diablo. En el Parque Central vendemos los palcos en US$ 40 mil por 15 años y en el estadio de São Paulo los palcos salen US$ 150 mil por año.


¿Se puede cambiar esa realidad?

Estamos trabajando para desarrollar la mente de los deportistas porque acá siempre se hace el ejercicio de que la gente maneja los pies y se olvidan que primero hay que enseñarle a poner la cabeza. Porque si menos del 1% llega al éxito, de cada 100 deportistas, 99 fracasan. Quiere decir que las instituciones de fútbol somos universidades de frustrados, y eso no puede ser así.


¿Siente que puede cambiar eso que está arraigado en el fútbol uruguayo?

No me siento el dueño de la verdad, es un sentimiento. Esto se plasmó en una idea de la que estoy orgulloso, que es la Cultura Nacional. Nuestro club está más allá de que se gane o se pierda un partido.


¿No le importa pasar como presidente de Nacional sin haber conseguido títulos deportivos?

Quiero que Nacional gane hasta en la bolita, pero no voy a poner en riesgo a la institución por vanidades personales.


¿Cómo la puede poner en riesgo?

Si pagamos sueldos desmesurados, si no le damos posibilidades a los chicos de formativas, si hacemos una gestión que no sea responsable. Las copas nos llenan el corazón, pero no valen nada.


¿Los hinchas solo quieren ganar?

Creo que no. Si lo único que les importara fuera eso, la parcialidad no hubiera acompañado al club como acompañó a pesar de las derrotas. Hasta ahora nadie me insultó por la calle y mucha gente me dijo: ‘Usted no puede ser el presidente de Nacional, tiene que venir a ser el presidente de Peñarol´.


¿Quiénes? ¿La gente común o personalidades del fútbol?

La gente, que es lo que importa, porque acá somos todos iguales. Acá no hay hinchas mejores ni peores. Lo digo porque dentro del club hay cajetillas del club, y acá somos todos iguales. Yo soy hincha de la tribuna, no soy hincha de otra cosa.


¿Por qué Nacional perdió los clásicos?

Jugamos dos campeonatos al mismo tiempo, armamos un equipo con recursos exclusivamente propios de la institución, no recibió prebendas y no las reclamé, porque no las pedí y por tanto no puedo decir que me abandonaron.


¿No le interesó acercarse a Casal para conseguir jugadores?

Tenemos muy buenas relaciones con todos los contratistas, pero mi función es defender al Club Nacional de Football. Algunos de los jugadores que fueron a Peñarol, ¿podrían haber venido a Nacional? ¿Bueno, Estoyanoff, el Pollo Olivera..? Creo que no.


¿Pero podrían haber venido Lembo o Recoba?

Podrían, pero primero había que ver si nosotros los queríamos, que es otra historia. Como el fútbol es por plata, los diversos actores analizan dónde hacen mejor sus inversiones y el capital no tiene corazón.


¿Nacional no es una buena inversión?

Para algunos si y para otros no.

Y los jugadores fueron a Peñarol.

A lo mejor Nacional no estuvo en los planes de él (Casal) en el último año y es una decisión personal que hay que respetar.


¿Qué le dijo en la reunión que mantuvieron la semana pasada? ¿Que le iba a traer jugadores?

Yo no le pedí nada, no hablamos de jugadores.


¿De qué hablaron?

Primero fuimos a desmitificar esas versiones que decían que no vinieron jugadores de Casal porque está enemistado con Alarcón. Me dijo que al contrario, que estaba profundamente reconocido con la gestión que estaba haciendo en Nacional.


Hace un tiempo Casal prometió colaborar con Nacional con partidos, marketing, etc., ¿qué pasó?

Casal tiene su vida propia y sus alternativas. Hoy está en un conflicto importante en Uruguay y de pronto eso lo distrajo.


¿Usted le reclamó que le sacó respaldo a Nacional?

No, por qué puedo pensar que alguien me saca el respaldo si no me lo dio; nunca le pedí respaldo a nadie.


¿Teme ser cuestionado por no ganar nada?

Y cuál es el problema. Las palabras y las presiones me entran por un oído y me salen por otro. Tengo claro el objetivo, mi objetivo es la grandeza del Club Nacional de Football. Si para ganar la Copa Libertadores tengo que vender el Parque Central, no gano la Copa Libertadores.


¿Fue desprolija la ida de Fornaroli a Italia sin haber sido vendido?

¿Quién dijo que era más importante la Liguilla que venderlo?


Para Pelusso era importante.

¿Quién dijo eso, porque el Chengue lo que quería era cobrar?


Pero si perdía la Liguilla a Pelusso lo echaban.

A lo mejor, pero en la vida hay que apostar. Nacional optó por vender a este chico en las mejores condiciones. Fue una apuesta ganadora, lo vendimos y salimos campeones.


¿En qué?

Porque hecha la ley, hecha la trampa. Los profesionales de la institución hicieron una labor fantástica y analizaron los recovecos que marcan las reglamentaciones de FIFA, pero ante una disputa no nos olvidemos que los jueces son de Europa.


¿Teme no cobrar el 50% restante?

No temo, pero más vale prevenir que curar. Hay que ser cuidadosos.


¿Cuánto dinero libre le dejó el pase por el 50% de Fornaroli?

Unos US$ 2,5 millones.


¿Cuándo los cobran?

Van a venir en cuotas, pero estamos tratando de mejorar el repago porque es importante para nosotros. Nacional debe tener más de 60 personas a las que les estamos terminando de pagar, Hugo De León, Esteban Gesto, Sebastián Abreu, Marco Vanzini…


¿Bajó el pasivo con esa venta?

No sé si lo bajamos, lo transformamos, porque bajar un pasivo hay que tener ingresos genuinos y una de las formas de ahogar al club es que no tenga ingresos genuinos, por ejemplo que no tenga ventas.


¿Le dio bronca la actitud que tuvo Richard Morales en el clásico?

Yo estaba con mucha bronca ese día. Quizás en un momento de ira…


Bronca por el resultado o por la actitud de él.

Por el resultado. Me hubiera gustado estar cerca de la cancha porque tuve miedo que más que tirar la camiseta fuera él a la tribuna a agarrarse a las piñas. Ese fue mi temor. Si el Chengue se equivocó me alegro porque el que no se equivoca no hace nada.


¿Vuelve Richard Morales?

Está en manos de él.


¿La directiva puede tomar alguna medida?

Claro, si Richard Morales tiene contrato. El club tomó una decisión de condescendencia con él por su condición de ídolo.


¿Por qué cree que llegó a eso?

Me da la sensación que él pensó que iba a tener un plantel mejor y se sintió muy solo.


¿La Directiva la desprotegió?

No. A ver si soy claro. Él pensó que iba a venir más protegido al club, que no iba a venir solamente él y el Chapita Blanco. A eso le podemos sumar otros ingredientes como algún atraso en los sueldos, el reclamo de algún jugador que tenía dificultades en su vida personal que le pedía ayuda y consejos... eso lo pudo haber excedido.


¿Va a ir por la reelección?

No.


¿Está cansado?

Sí. Cuando hay gente que pone por delante del club posiciones sectoriales o personales, causa un gran desánimo.


Un luchador que propone ideas renovadoras se puede dar la posibilidad de decir estoy cansado.

Uno en la vida tiene prioridades y esta pelea no la hice solo en el fútbol, fui militante estudiantil, en AEBU, en la Cámara de tarjetas de créditos y en muchas áreas, ahora soy militante en el fútbol. Y recientemente fui al médico porque pensé que tenía psoriasis por el estres y la crisis, y tengo que pensar que tengo a mis hijos.


¿Perdió calidad de vida?

Claro.


¿El fútbol le quitó mucho?

El hecho de no poder atender el teléfono en mi casa, que haya gente que me llame a cualquier hora del día, que no tenga respeto. Lo que recibo son palmadas en el hombro y estoy agradecido.


Sabía que le iba a pasar esto.

No. La primera vergüenza que sentí fue cuando frente al club pusieron un cartel que decía ‘Alarcón presidente´.


Usted parece muy inocente.

Soy bueno, soy inocente, soy un tipo de bien, soy romántico, me gusta pintar, me gusta dormir; soy un ser humano común y corriente.


Los periodistas solemos ensalzar determinadas funciones o cargos y capaz que es un error.

Es un error, como ser humano acierto y me equivoco. No me quiero comparar al presidente de la República pero lo que le leí y me gustó mucho es que no quiere ser reelecto. Me encantó. Eso no quiere decir que esté haciendo un juicio de valor sobre el presidente de la República.


Pero las presiones son parte de eso.

Si será así que estaba viendo un partido de fútbol y delante mío estaba un hijo de un dirigente de Nacional, divino, peludo y por la televisión dijeron que era mi nieto. Como yo estoy siempre medio despeinado y peludo, dijeron que era mi nieto. En cualquier momento van a decir que tengo otra mujer.


Tanta exposición pública es el precio que tiene que pagar.

Por qué tengo que pagar por algo que no quiero comprar. Perdí calidad de vida y me incomoda, porque me gusta ensuciarme la camisa con salsa de los tallarines y no puedo hacerlo porque me pueden sacar una foto con la camisa manchada.


¿Puso dinero en Nacional?

Colaboré cuando no era presidente; ahora que soy presidente no quiero que los dirigentes colaboren porque pierden libertad.


¿Colaboró o donó dinero?

Colaboré. Nunca cobré intereses.

Ricardo Alarcón
Presidente de Nacional

«Vivimos en el abismo del mundo. Los éxitos deportivos de Maracaná, Colombes y Ámsterdam nos hicieron pensar que el mundo gira alrededor nuestro»

“Trataron de imponerme a Carrasco”

¿Considera que hubo una campaña para sacar a Pelusso?

Es una respuesta difícil. Yo no diría que para sacar a Pelusso, sino para desestabilizar la Cultura Nacional. Se generaron voces en contra porque el fútbol es muy pasional.


¿Desde dónde?

Desde varios sectores, que tampoco se confabularon. Nosotros tenemos una parcialidad increíble que apoya al club y que luchó en una autogestión fantástica en contra de la droga y la violencia, eso no quiere decir que no haya hinchas de Nacional que sigan siendo violentos o que consuman. Y pregunto, ¿no puede haber actores que les interese trabajar en el área del tráfico de drogas y que no estén de acuerdo en la autogestión de la hinchada?


¿Pero hubo campaña de los hinchas, de los periodistas o de los dirigentes opositores?

De todas las partes.


¿La prensa quería sacar a Pelusso?

Pienso que parte de la prensa podía quererlo sacar por diversos factores.


¿Algún periodista le propuso a Carrasco como técnico?

Directamente no. Pero en la medida que se hicieron encuestas sí.


¿Cree que se lo quisieron imponer?

Creo que sí, y casualmente, si acá hay un hincha de Carrasco es Alarcón. Desde la tribuna, como jugador y como técnico. El fútbol más lindo que vi fue cuando debutó la selección en las Eliminatorias con Juan Ramón Carrasco. No le doy la derecha a nadie en cuanto a mi simpatía por Carrasco. ¡Ahora, que nadie me presione porque si lo hacen el efecto es al revés!


¿Sintió que le quisieron imponer un técnico y sacar al que estaba?

En alguna medida. Pero ni boché a Carrasco ni puse a Pelusso, porque Nacional no es una sociedad anónima donde hay un único dueño como en Europa.


¿Le impusieron que Caballero estuviera afuera del equipo?

No, nos aconsejaron, que es distinto. Y estoy preocupado por él, porque para un jugador estar sin jugar es terrible.